Directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima

Cuba tiene mucho que compartir con el mundo en el enfrentamiento al VIH, desde la importancia de contar con un sistema de salud fuerte hasta su solidaridad internacional, consideró la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima.

En entrevista exclusiva con Prensa Latina durante una visita al país caribeño, la titular del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida destacó logros de la isla en la lucha contra esa pandemia, entre ellos el haber sido el primer país del orbe en recibir la validación por eliminar la transmisión madre-hijo.

Pero más allá de esos resultados, expresó que la respuesta al VIH está basada en los sistemas sanitarios, por lo que estimó que la mayor lección del territorio antillano para otras naciones en desarrollo es invertir en las personas, en su salud y educación.

Byanyima, quien durante su estancia en la isla visitó espacios como el Policlínico Docente Abelardo Ramírez, el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, resaltó que Cuba hizo y sigue haciendo fuertes inversiones en la salud y la educación de su pueblo, así como en la prevención y el tratamiento.

Si vendes la salud como si fuera ropa de moda, por ejemplo, no puedes terminar una pandemia, porque la pandemia se nutre de los espacios más débiles de la sociedad, de los que no pueden costearse tratamientos. Entonces tenemos aquí un sistema de salud gratis y fuerte, remarcó la titular de ONUSIDA, al lamentar que otros países destinen menos recursos al sector sanitario.

Además, señaló que la mayor de las Antillas también brinda solidaridad, al enviar sus doctores y enfermeros a combatir enfermedades en más de 50 naciones del planeta, una lección que Cuba “se la puede enseñar a los países ricos, muchos de los cuales están debilitando su ayuda, y a otros Estados de ingresos medios que pueden hacer más para enfrentar el VIH/sida”.

Sostuvo, asimismo, que este territorio puede ayudar en el área de derechos humanos, pues su Constitución y leyes comprenden la igualdad entre todos y no discriminan por motivos de orientación o identidad sexual, mientras en decenas de países esto es una gran barrera y no se puede llegar a las personas porque existen legislaciones que criminalizan.

De acuerdo con Byanyima, quien el lunes se reunió con el presidente cubano, Miguel Díaz Canel, la isla igualmente puede liderar y ayudar en ofrecer tecnología al resto del orbe, porque tiene logros en innovación e investigación en los diferentes campos de la salud y en el desarrollo de medicinas, como evidenció al obtener sus propias vacunas contra la Covid-19.

En ese sentido, expresó el interés en apoyar al territorio antillano a difundir sus potencialidades y tener más colaboración Sur-Sur que traiga capital, “porque puede ganar con la transferencia de tecnología a otros países en desarrollo” y “está en posición de apoyar el desarrollo de capacidades en regiones como África y Asia”.

Al mismo tiempo, la directora ejecutiva expresó que Cuba tiene lecciones que aprender para avanzar en la meta de lograr que el sida deje de ser una amenaza de salud pública para 2030.

En particular, mencionó la importancia de que se utilicen más las comunidades y estas lideren la respuesta a la pandemia. Hemos visto en muchos países que cuando los jóvenes trabajan con personas de igual edad o las personas LGBTQ con miembros de ese mismo colectivo, tal estrategia no deja a nadie atrás, entonces Cuba podría hacer más para alcanzar a un mayor número de personas a través del trabajo con estos grupos vulnerables, apuntó.

Señaló de igual modo que la isla está sufriendo limitaciones económicas, lo cual lleva a escases de recursos como los condones y representa un gran desafío que podría solucionarse “si las restricciones externas se removieran”.

Al respecto, manifestó haber visto el daño que causa en la respuesta cubana al VIH/sida el embargo (bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos hace más de seis décadas), cuando existe la voluntad para impulsar el enfrentamiento a la enfermedad y lo que falta es el dinero necesario.

En cuanto a los propósitos de su estancia en La Habana del 6 al 9 de mayo, detalló que viajó para aprender sobre la isla y explorar oportunidades de colaboración Sur-Sur. “Hay muchos países africanos que están realizando asociaciones para construir sus capacidades de tecnología farmacéutica y quiero indagar cómo podemos apoyar a Cuba a ser un socio para estos territorios”.

También quiero conocer cómo apoyar al país a terminar su lucha contra el VIH, porque sé que está enfrentando desafíos económicos serios, y veo una oportunidad para que aboguemos a favor de Cuba en los círculos de financiamiento sobre el VIH para adquirir algunos productos como los condones, y llevaré el mensaje a mis colegas, al fondo global y a donantes bilaterales, afirmó.